Las madres son notoriamente protectoras de sus pequeños, desde los tigres hasta nuestras mamás humanas, es su instinto natural mantener a sus hijos cerca hasta que estén listos para abandonar el nido.
Gwen Maxwell estaba tan asustada por lo que vio detrás de su casa en Phoenix, Arizona, mientras miraba hacia el patio trasero de su casa pudo ver a un cachorro de lobo que rodaba en la tierra dolorido e intentaba extraer varias espinas del cactus «Opuntia» que estaban incrustadas en su piel.
Gwen llamó a los rescatadores de animales y mientras esperaba, pudo ver a la madre del pequeño cachorro de lobo, como vigilaba atenta.
Cuando finalmente llegaron los rescatadores se acercaron para agarrar al cachorro, pero sin darse cuenta de que su madre seguía muy cerca mirando, fue entonces cuando se dieron cuenta de lo que ella estaba haciendo…
El cachorro, mientras jugaba había caído sobre un cactus Opuntia y estaba luchando para sacarse las espinas de su cuerpo y boca, mientras tanto cuando los trabajadores pudieron empezar a ayudarlo algo repentinamente los hizo detenerse inmediatamente, fue cuando Jose Souto (rescatador de animales) pudo ver a la madre del cachorro que se acercaba sigilosamente.
Sin embargo, en lugar de proteger a su cachorro de los hombres, parecía ansiosa por ayudarlos. Así que sacaron un par de alicates e hicieron exactamente eso, mientras vigilaban que la madre no se acerque demasiado.
Gracias a dios pudieron sacarle todas las espinas, mientras la madre miraba todo el acontecimiento.
Jose, Gwen y Shawn examinaron al cachorro para asegurarse de que estaba bien, fuera de algunos rasguños y cortes, parecía estar en buena forma.
Una vez que lo colocaron de nuevo en el suelo, corrió directamente hacia su madre, y se fueron repentinamente.
Las madres pueden ser protectoras, pero también son famosas por su intuición, y parece que hasta las mamás lobos son idénticas en esto!
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