El Áloe polifila, también conocido como Áloe en espiral, es una planta muy ornamental pero difícil de cultivar. Fue descubierto en 1915 en Lesotho y formalmente descrito en 1934. Ha ganado reconocimientos y premios por su belleza.
Esta planta suculenta forma rosetas de hojas carnosas dispuestas en un patrón en espiral. Las rosetas tienen entre 75 y 150 hojas y pueden medir hasta 90 cm de diámetro. A medida que envejecen, las puntas de las hojas se vuelven de color marrón oscuro. En primavera y principios del verano, la planta produce flores rojas o rosadas que miden hasta 5,5 cm de largo.
El Áloe polifila crece en grietas de rocas basálticas en montañas a alturas entre 2,000 y 2,500 metros sobre el nivel del mar. Es originario de Lesotho y Sudáfrica. Su nombre científico hace referencia a las numerosas hojas que puede tener una roseta.
Para cultivar y cuidar el Áloe polifila, es importante tener en cuenta lo siguiente: colocarlo cerca de una ventana con luz indirecta brillante si se encuentra en el interior, proporcionarle un suelo con buen drenaje, evitar temperaturas extremadamente altas, regarlo regularmente pero permitiendo que se seque entre riegos, utilizar fertilizante diluido y trasplantarlo solo cuando sea necesario.
El Áloe polifila no es tóxico para los humanos, pero puede ser leve a moderadamente tóxico para las mascotas.
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